“Después del estreno, Amor 1 Despecho 0”, tira uno de los muchachos, vestido con camisa y tiradores. “No es así, dejá de hablar, ya te vi que estabas agitando en el Facebook”, retruca una de las señoritas. “¿¡Viste cómo gritó toda la gente que viva el amor!?”, arremete otro de los caballeros defensores de la pasión. “Qué van a gritar, ya vas a ver este domingo”, cierra ella.
La desafiante charla se da entre algunos integrantes de Las Despechadas y otros de El Cuarteto del Amor, los grupos que por estos días estrenaron un espectáculo conjunto muy singular, en el que las propuestas de cada uno se baten a duelo. El resultado, que en realidad es parte de un juego, se traslada de las opiniones que se vierten en la sala a las redes sociales, donde el público mismo da su veredicto, como en la página de Facebook del evento que por ahora se podrá ver todos los domingos de junio en El Vecindario (Marcelo T. de Alvear 835).
La historia de esta juntada se remonta a un par de años, cuando El Cuarteto del Amor tocó junto a Las Despechadas, aunque con shows separados. Ellas presentaron sus canciones dramáticas y reivindicando la soledad con citas a Rafaella Carrá, García Lorca o Luz Casal. Ellos, sus boleros y serenatas “lookeados” con moños, tiradores y galeras, recreando el espíritu de la década de 1930.
“Nosotros hace un mes que estábamos tocando en la calle y nos invitaron a participar de su espectáculo”, recuerda Nash Coll, uno de los “cuarteteros”. “No, tocaron después”, corrige Luza o “la colombiana”, como se la conoce a la más histriónica de las despechadas. “Ni en eso coincidimos”, remata otro de los muchachos entre risas.
“Seguro que no nos vamos a poner de acuerdo nunca, y esa también es la magia de este duelo. Porque en el show se plantean argumentos hasta filosóficos de cada lado”, sigue Leo Tangenti, del Cuarteto.
“Todos personalmente hemos vivido situaciones de desamor. En lugar de odiar a esas mujeres, les cantamos serenatas. Antes de ser músicos, somos militantes del amor. Tratamos de convencer a todo el mundo de que el amor es lo más hermoso del mundo. También tenemos la teoría de que el amor es anticapitalista, anti-consumista...”, agrega Rodrigo Sandoval, pero es interrumpido por Luza: “¿¡Anti-consumista!? ¿¡Y San Valentín!? ¿No se lucra con el amor?”. La respuesta no tarda en llegar: “Cuando hay amor de verdad, las cosas materiales pasan a un segundo plano”. Y el remate de la colombiana parece convincente: “Ellos utilizan estos personajes para conquistar mujeres, van enamorando cuanta niñita se les cruza. Dejen de chamuyar, porque eso es lo que genera el despecho”.
La antítesis
–Están muy metidos en los personajes, y es difícil sacarlos de la confrontación.
–El Cuarteto del Amor: Para cortar la belicosidad, podemos decir que las muchachas son muy bellas, cantan muy bien y congenian perfectamente.
–Despechadas: Ahhh, nos derretimos todas. Hablando un poco en serio, después de esa "vececita" que compartimos, quedó picando la idea porque nos dimos cuenta de que éramos la antítesis. Necesitábamos algo bien meloso y cursi para contrastar.
–El Cuarteto del Amor: Un poco de alegría.
–Despechadas: No, lo suyo es muy empalagoso.
–La apertura de esta nueva sala tuvo mucho que ver en el armado del show.
–Despechadas: Víctor (Garay, guitarrista de la banda) y el Nacho (Nash Coll, del Cuarteto) venían agitando y Cecilia (Salguero, productora de la sala) propuso la idea del ciclo. El Vecindario es un lugar ideal, porque se armó como un café concert. Hay muchos elementos teatrales, es como música ficcionada.
–El Cuarteto del Amor: Eran dos estéticas que se amarraban muy bien. Un grupo de hombres que le cantan al amor y a la alegría, y ustedes al desamor y al despecho.
–Despechadas: Nosotros también le cantamos a la alegría. A la alegría de estar solas y de saber que el hombre te va a traicionar. Para nosotras la vida también es hermosa, pero somos realistas. Cuando hubo mucho amor y te traicionan...
–Otra característica es que, a pesar ser un espectáculo teatral, no hay director ni guionista.
–El Cuarteto del Amor: Fuimos armando una especie de guion con mucho espacio para la improvisación. Por ejemplo, lo que pasó el domingo pasado, pasó ahí. Terminó saliendo un espectáculo de casi dos horas, muy ágil, y la gente hasta pidió bises. Nosotros siempre improvisamos dentro una estructura básica con tips que ya tenemos aceitados de la calle, pero sólo uno de nosotros tiene formación actoral.
–Despechadas: Los dos grupos trabajamos mucho con el público, entonces ningún show es igual a otro. Sin la interacción y la complicidad, no sería posible. El público es el que completa todo. Incluso, en una sala más grande también se puede, lo hemos hecho en otros lugares. Planteamos una estructura y el resto es un juego, un delirio hermoso. Nos pasó de tentarnos un poco, pero eso lo reutilizamos. Además, ahorita los músicos también están teniendo un protagonismo que está buenísimo. No hay forma de hacer cuarta pared, teatro...
–El Cuarteto del Amor: Cuando actuamos en el teatro o alguna sala, generalmente nos sentimos más incómodos, porque siempre necesitamos cantarle a alguien y el escenario genera una distancia. Somos callejeros. Además, los micrófonos fijos y el sonido siempre fueron un problema para nosotros. Ahora tenemos a los chicos ahí y con el aporte de Jero (Piazza, pianista y algo así como el director musical de Las Despechadas) tenemos los micrófonos inalámbricos. Un golazo.
Pasión sin techo
Llega el café y la charla se distiende un poco. Las aguas calmas son una buena oportunidad para seguir ahondando en cómo fue para cada grupo.
“Las chicas somos todas actrices que queremos ser cantantes. Tenemos una disputa con los músicos, porque para nosotras es más importante la intención que entrar en la nota. Y ellos te lo marcan. Igual, hemos hecho clases de canto y de perceptiva para estar en sintonía. Empezamos a llevar el tiempo de los músicos, pero ellos saben que nosotros tenemos otro lenguaje”, cuentan ellas.
“Del cuarteto, uno solo tiene formación actoral y uno de nosotros estuvo en una obra de Paco Giménez (Aliento de ácaros). Nuestra formación fue en la calle y con algo de tradición murguera que tuvo el fundador del grupo, que estuvo muchos años en Falta y resto”, agregan ellos.
–La química que lograron es impresionante. ¿Hasta dónde creen que puede llegar el show?
–El Cuarteto del Amor: A medida que avancemos, vamos a crecer. Lo bueno es que ya sabemos que funciona, y hay mucho futuro en lo artístico. Nos parece que no hay techo.
–Despechadas: Como vemos que hay tanta conexión, no sabemos hasta dónde llegaremos. Es un producto artístico y comercial, por qué no, que tiene mucho potencial. Carlos Paz, Buenos Aires, Colombia, allá vamos (risas).
Amor y despecho. El duelo. El cuarteto del amor y Las despechadas presentan su espectáculo conjunto todos los domingos de junio a las 21.30. en la nueva sala El Vecindario (Marcelo T. de Alvear 835). Entrada general $ 45. Reservas a nochedespechada@gmail.com.
Nombres propios. Las Despechadas 2013 son Luza Osorno, Florencia Coll, Sabrina Lezcano y Soledad San Martín. Músicos: Jeronimo Piazza (teclados), Victor Garay (guitarra), Pablo Rojas "Blojas" (percusión) y Alejandro Gomez (bajo). El Cuarteto del Amor (versión cordobesa): Leo Tangenti, Nash Coll, Rodrigo Sandoval y Jorge Hunicken.